Descripción

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La autoestima hace referencia al  conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos”[1],  e influye directamente  en la manera de  estar, actuar y relacionarse  con los demás.

Por ser la autoestima  un valor  que influye directamente  en la manera de pensar,  sentir, decidir y actuar, muchos autores han puesto especial atención en ella debido a las consecuencias  que su carencia provocan en el ser humano.  Abraham Maslow   describe este valor como  una necesidad apremiante de aprecio de uno  mismo “(amor propio, confianza, pericia, suficiencia, etc.), y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.)”[2]. Por su parte  Carl Rogers considera que  la falta de autoestima,  lleva a que las personas se  desprecien  y se consideren indignos de ser amados.

Por su parte Branden (1994), considera que la autoestima  permite llevar al ser humano una vida más significativa en la medida  en que, a través de ella   se es  capaz de  pensar  para   enfrentar los desafíos de la vida y por ende de triunfar y ser felices. En tal sentido, y teniendo en cuenta que este valor se va moldeando en el ser humano desde la niñez, la puesta en marcha de proyectos de aula que contribuyan a  afianzar el desarrollo de la confianza en sí mimo, va a permitir  un mejor desarrollo de los estudiantes, ya que a través de ella no solo se aceptaran tal como son, sino que también,  tratarán a sus compañeros de tal forma que ellos sientan que las otras personas les tienen un gran aprecio expresado  por medio del respeto mutuo.