Introducción

Introducción:

            Al golpear un objeto se producen vibraciones llamadas ondas sonoras que, al llegar a los oídos, se transforma en sonido. El sonido es una forma de energía llamada energía sonora, que se produce cuando un cuerpo vibra.

Pueden existir sonidos débiles, como los de los microorganismos moviéndose, pero nosotros no podemos oírlas porque son sonidos muy débiles. Y también existen los sonidos fuertes, que podemos oírlos. Para conocer la intensidad de un sonido se utiliza una unidad de medida llamada decibelio.

                Para poder oír estos sonidos audibles, las ondas sonoras y el oído humano trabajan juntos:

1. Las ondas sonoras llegan al oído.
2. El oído emite impulsos nerviosos al cerebro.

La intensidad nos ayuda a saber cuándo los sonidos son perjudiciales para nuestra salud. Recordemos que las ondas sonoras ingresan a nuestro cuerpo a través de los oídos, y estos órganos pueden dañarse dejando consecuencias muy graves sobre nuestra salud.

 Cuando la intensidad es demasiado alta, a cierto nivel de decibelios el sonido puede ser peligroso para nuestros oídos.

Para tener una idea de cuándo el sonido se vuelve peligroso, te damos aquí medidas de energía sonora:

      Respiración normal = 10 decibelios

      Conversación normal = 60 decibelios

      Tráfico normal y fluido = 80 decibelios

      Sonido peligroso = 120 decibelios

Al alcanzar los 120 decibelios y pasar de esta medida de decibelios, el sonido se considera perjudicial porque origina una contaminación acústica. El sonido se denomina ruido cuando es desagradable.